PATRICIA MATEY
Irritabilidad, llanto inconsolable sin causa aparente, tez enrojecida, flexi�n de las piernas sobre el abdomen... son s�ntomas de sobra conocidos por la mayor�a de los padres que pasa las noches en vela balanceando a su hijo en brazos. Cuando estas manifestaciones persisten varias horas al d�a, durante al menos tres d�as de cada siete, a lo largo de otras tantas semanas estamos ante el llamado c�lico del lactante, un trastorno que afecta a entre un 15% y un 40% de los reci�n nacidos durante los cinco primeros meses de vida.
Se barajan varias hip�tesis sobre su origen aunque, ahora, y gracias a una nueva investigaci�n realizada por Edmond D. Shenassa y Mary-Jean Brown, de la Universidad de Brown y de la de Harvard (ambas en Boston, EEUU), muchos padres pueden hacer algo para intentar librar a sus hijos de este problema: dejar de fumar y evitar, tambi�n, el humo en el ambiente.
Esta es la conclusi�n que se desprende de un estudio de revisi�n que, finalmente, incluy� un total de seis trabajos realizados entre enero de 1966 y marzo de 2004, en los que estuvieron involucrados m�s de 12.000 infantes. Los datos revelan que, comparados con los hijos de madres no fumadoras, aqu�llos cuyas progenitoras han estado enganchadas a este h�bito durante y despu�s del embarazo tienen el doble de riesgo de sufrir c�licos del lactante.
Pero el da�o al beb� no s�lo depende de que los padres fumen, la exposici�n al humo del ambiente tiene �importantes consecuencias en el crecimiento y desarrollo del ni�o�, reza el estudio, que ha visto la luz en la �ltima edici�n de 'Pediatrics'. De hecho, los propios autores aseguran que fumar alrededor del reci�n nacido eleva tambi�n las probabilidades de que �ste sufra c�licos, aunque insisten en que �este factor deber�a analizarse en futuras investigaciones para poder cuantificar cu�l es el riesgo real�.
Uno de los posibles motivos por los que el tabaco tiene una relaci�n con los c�licos hay que buscarlo, seg�n los investigadores, en los trabajos con adultos fumadores en los que se ha demostrado que la nicotina incrementa la niveles de una prote�na, la motilina, que est� involucrada en el control de la actividad intestinal. �Se ha constatado que la presencia de niveles elevados de motilina est� asociada con un mayor riesgo de c�lico de lactante�, se insiste en las conclusiones del trabajo, en las que se recuerda, adem�s, que reducir la exposici�n al tabaco trae consigo beneficios a largo plazo tanto para la poblaci�n infantil como para los padres. M�xime, recuerdan los autores, si se tiene en cuenta c�mo el trastorno afecta negativamente a la relaci�n madre e hijo y a la familia.
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